“¿Y si solo he llegado hasta aquí por suerte?” “¿Y si soy un fraude?” Es posible que alguna vez te hayas hecho estas preguntas. Es más, es posible que incluso te hagas cuestiones del mismo estilo todos los días. Si es así, es posible que estés sufriendo de síndrome del impostor.
El síndrome del impostor es esa sensación que tienes de que no mereces el éxito que estás teniendo o que realmente no vales lo suficiente, aunque los demás opinen lo contrario. Puede ser reconocimiento profesional, un ascenso o incluso halagos por parte de tus compañeros. En otras palabras, te desvalorizas.
No creas que eres el único, ya que hasta el 30% de los triunfadores se sienten identificados con esta definición. Y aunque creas que este síndrome no tiene consecuencias mayores (más allá de afectar a tu salud mental), lo cierto es que tu comportamiento es un espejo de esta desvalorización.
Pero, ¿cómo te afecta realmente? Pues bien, seguramente tengas síntomas tan agotadores como dudar constantemente de ti mismo, ponerte unas expectativas tan altas que son casi inalcanzables, autosabotaje constante, inseguridad, y atribución de tu éxito a factores externos (aunque sea solamente tuyo).
Aunque estos síntomas son comunes a todas las personas que sufren del síndrome del impostor, podríamos decir que hay categorías. Estos son los diferentes tipos de síndrome del impostor.
- El perfeccionista: este tipo de persona nunca se siente satisfecha con su trabajo, y esto le lleva a un constante estado de ansiedad.
- El experto: son esas personas que efectivamente creen que deben saberlo todo y que, a pesar de estar perfectamente informadas, prefieren no hablar por miedo a no saber lo suficiente.
- El superhéroe: este es el tipo más común. Son aquellas personas que, para sentirse competentes (y cubrir sus inseguridades), necesitan hacer más que los demás (hacer horas extra, por ejemplo).
- El genio frustrado: son esas personas que creen fervientemente que, si no son brillantes o si no consiguen todo a la primera, no son competentes.
- El solitario: para los solitarios, pedir ayuda es un no. Y es que les aterra que, si consultan algo, los demás puedan descubrir que son incompetentes.
¿Te sientes identificado con alguno de estos? No te preocupes, te damos algunas recomendaciones para superarlo.
Mira cómo funciona Addtimme
Descubre cómo Addtimme te ayuda a potenciar
el desarrollo de tus empleados.
Para superar el síndrome del impostor, lo primero y más importante es que lo identifiques. Si no sabes cómo hacerlo, éstas son algunas de las preguntas que debes hacerte:
- ¿Consideras que tus logros son producto de la suerte o se deben a factores externos aunque hayas trabajado mucho para lograr estar dónde estás?
- ¿Evitas ser evaluado y sientes auténtico pavor cuando alguien te da feedback o valora tu trabajo?
- ¿Buscas la perfección ante cualquier tarea que realices y no la muestras o presentas hasta asegurarte de que está perfecta?
Si a estás preguntas contestas con un siempre o a menudo, cuidado: reúnes las características de una persona con síndrome del impostor.
Una vez lo tengas detectado, el siguiente paso es identificar tus creencias, cuestiónalas y verás cuáles de ellas te autoboicotean.
Una vez hayas dado estos primeros pasos, analiza de dónde vienen tus logros. ¿Es posible que todo lo que has logrado dependa de la suerte o de los demás? Reconoce tus fortalezas y tus capacidades y pon en valor tus méritos.
Después observa tus miedos. Identifica a qué tienes miedo exactamente, ¿es posible que tengas miedo a no ser suficiente? ¿Suficiente respecto a qué o a quién? Esto nos lleva al siguiente paso, no te compares. Enfócate en tus propios objetivos, revisa tus expectativas y desapegate de las expectativas de los demás.
Por último, cuida tu diálogo interno y acéptate. Nunca te hables de manera negativa. Hazte esta pregunta: ¿le hablarías a un ser querido cómo te hablas a ti mismo? Si la respuesta es no, significa que debes trabajar en ello. Quiérete y abraza tus fortalezas y tus debilidades.
Todo este proceso de dejar el síndrome del impostor es largo, y a veces puede hacerse cuesta arriba. Pero no imposible de lograr, especialmente si respetas tus tiempos y no lo haces solo. Recuerda que en Addtimme tienes un gran abanico de coaches que pueden asesorarte a la hora de alcanzar cualquier cosa que te propongas.
– El síndrome del impostor es esa sensación que tienes de que no mereces el éxito que estás teniendo.
-Hay cinco tipos de síndrome del impostor: el perfeccionista, el experto, el superhéroe, el genio frustrado y el solitario.
-Para superar el síndrome del impostor primero reconoce que te estás autoboicoteando, identifica y cuestiona tus creencias, analiza de dónde vienen tus logros, reconoce tus méritos, observa tus miedos, cuida tu diálogo interno y acéptate tal y como eres.