¿Alguna vez te has sentido preocupado en exceso porque crees no caer bien en tu departamento? ¿Te agobias porque sientes que no estás a la altura de lo que se espera de ti? Probablemente estés bajo la influencia de los impulsores de Kahler.
Los impulsores de Kahler son creencias o formas estereotipadas de pensar. Taibi Kahler los llamó “drivers” (impulsores) porque encontró que eran como una especie de mandato que obligaba a las personas a actuar para obedecerlos. Así pues, el comportamiento se amolda para cumplir estos mandatos (aparentemente positivos), aunque sean imposibles de obedecer. Esto provoca que se genere culpa y frustración limitando así el verdadero desarrollo y bienestar.
Estos impulsores no están por completo presentes en todas las personas ni tampoco bajo la misma intensidad, pero obviamente cuanto mayor sea su presencia e intensidad, más limitaciones ocasiona.
Por tanto, el impulsor actúa como un catalizador de malestar emocional que resulta tan limitante y frustrante.
Veamos qué hay detrás de los 5 impulsores que definió Kahler:
- Eres perfecto: Todo debe salirte a la primera, nadie debe equivocarse y todo debe salirte bien. Nadie debe pillarte en un fallo. No debes tener ni un solo defecto. Si no vas a hacerlo bien, mejor no lo hagas.
- Eres fuerte: Resiste sin tambalearte por muy dura que sea la situación y soporta el dolor sin pedir ayuda. Responde con dureza ante la gente, aunque te duela. La vida es dura y solo los fuertes sobreviven.
- Eres complaciente: Debes gustar y agradar a todo el mundo. Todos deben tener una imagen excelente de ti. Jamás debes enfadarte ni contrariar a nadie. Todos deben querer ser tus amigos. Lo que piensen los demás de ti es muy importante.
- Te apresuras: Debes aprovechar todas las oportunidades y no dejar pasar ningún tren. Debes hacerlo todo inmediatamente y no dejar cosas para después. El tiempo es oro y el oro es solo para los primeros en llegar.
- Intentas: Debes ser emprendedor y acometer grandes proyectos. Debes aspirar siempre a lo más grande y no conformarte con mediocridades. Aunque algo te parezca imposible, debes intentar ir a por ello. Debes sentirte especial y con derecho a conseguir cualquier cosa.
¿Te sientes identificado con alguno o varios de estos impulsores? Entonces probablemente te sean familiares las siguientes consecuencias.
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Cuando asumes la creencia que hay detrás de su impulsor, la posibilidad de estar bien contigo mismo o con los demás va a depender de que obedezcas dicha “ley”. Esto impide tu crecimiento, perjudica tu autoestima y limita tu desarrollo personal y social. Y es que cada impulsor esconde una “prohibición”:
- Sé perfecto: no disfrutes, no te quieras.
- Sé fuerte: no sientas, no te acerques.
- Complace: no seas tú mismo
- Apresúrate: no descanses, no vivas.
- Intenta: no crezcas.
Vivir dentro de unos límites tan estrictos probablemente sea drenante para tu bienestar. Por eso te dejamos algunos tips para superar esa necesidad de cumplir con tus impulsores.
- El primer paso para vivir la vida con una felicidad sana y poder afrontar sus retos y dificultades con buen ánimo, sería que elimines la presencia de impulsores en tu forma de pensar.
- Trata de descubrir la falsedad que hay detrás de tu impulsor. Por ejemplo, no podemos esperar a la perfección para disfrutar de las cosas o de los logros, y no puedes solo valorarte y quererte cuando las cosas salen bien.
- Libérate de las exigencias que hay detrás de tu impulsor e intenta estar preparado para responder de una manera flexible, persistente y autónoma ante las situaciones de la vida. ¿Cómo? reformula tus impulsores de la siguiente manera:
- Sé perfecto: aprende de tus errores, afronta tus limitaciones y haz razonablemente bien lo importante.
- Sé fuerte: acepta tus sentimientos, reconócelos y exprésalos adecuadamente, muestra tu vulnerabilidad.
- Complace: manifiesta tu individualidad, expresa quién eres y siéntete con derecho a no gustar, ni a que te guste todo el mundo.
- Apresúrate: prioriza, reduce la cantidad por la calidad, disfruta y toma conciencia de lo gozoso de cada instante.
- Intenta: logra, acaba lo que empiezas y cambia tus ensoñaciones por metas pequeñas.
-El malestar emocional puede venir dado por los impulsores. Estos impulsores son creencias limitantes que frenan tu verdadero desarrollo y que te impones tú mismo.
-Vivir dentro de los límites estrictos de estas creencias puede tener consecuencias que drenen tu bienestar.
-Con trabajo, puedes liberarte de la necesidad que sientes de cumplir esos limitadores. Trata de eliminarlos, visualiza la falsedad que hay detrás de ellos y libérate de sus imposiciones.
–Si tu mismo no consigues escapar de tu impulsor, el coaching es una herramienta que te va a ayudar a liberarte de todas esas creencias para encontrar nuevas que te ayuden a crecer y vivir mejor.