Todos vivimos rodeados de expectativas: desde las de los demás hacia nosotros como las propias. Sin embargo, a pesar de tenerlas tan asumidas, ¿sabrías definir lo que son las expectativas?

¿Qué son las expectativas?

Piénsalo un minuto. 

Pues bien, las expectativas son la esperanza de realizar o conseguir algo, el anhelo de que se produzca un determinado resultado. En otras palabras, es una suposición centrada en el futuro.

Esto es importante. 

Cuando vives en la expectativa no sueles actuar de forma abierta y directa para lograr lo que deseas, es decir, no sabes hacer peticiones sinceras. A veces puedes tener miedo al no, a mostrar tu vulnerabilidad… Pero en ocasiones también es posible que des por sentado que el otro tiene que saber lo que necesitas. 

En este caso vives en la obviedad. Tienes tan claro cómo tienen que ser las cosas que no piensas que el otro tenga una visión diferente (algo que suele pasar). No expresas tus necesidades y deseos con honestidad y franqueza. 

Pero no te preocupes. Esto se puede gestionar. 

Ejemplo de expectativas

Veamos un ejemplo.

Imagina que últimamente estás pensando que mereces una subida de sueldo o un ascenso. Para poder lidiar mejor con las emociones que provienen de las expectativas, pregúntate qué provoca esa anticipación. 

Si lo piensas, en ocasiones estas expectativas las vas a producir incluso antes de haberle comunicado a la otra persona qué deseas. Pero si no le haces una petición razonada a tu jefe para ese ascenso que sin duda mereces, no puede cumplir tu deseo.

 ¿Cómo va a saber alguien lo que quieres si no se lo comunicas? ¿Llegaste a decirle a esa persona lo que esperabas de ella? 

Ejemplo de expectativas

Mientras tanto, estos son los tips que nuestros coaches te recomiendan aplicar para que poco a poco, y practicando a diario,  gestiones mejor las expectativas.

• Pasa a la acción: declara y pide a esa persona cuáles son tus verdaderos deseos.

• Expresa tus necesidades con franqueza y honestidad.

• Comprométete con tu deseo y expresa con sinceridad qué sientes en ese momento.

• No esperes a que la otra persona lo adivine o descubra. No tiene por qué saberlo.